Harriett Jane Olson
El nuevo año 2019 (dos mil diecinueve), como ocurre todos los años, traerá cambios, desafíos y bendiciones. A medida que implementamos un nuevo calendario de publicación en response y nuevas formas de apoyar a la membresía en la oficina nacional de Mujeres Metodistas Unidas, también estamos esperando para ver a dónde puede dirigir el Espíritu Santo a la Iglesia Metodista Unida.
La membresía de Mujeres Metodistas Unidas en los Estados Unidos y en algunas de nuestras Conferencias Centrales han estado teniendo conversaciones sobre cómo imaginar servir a Dios en unidad, en la Iglesia Metodista Unida y en Mujeres Metodistas Unidas. Ustedes nos han compartido que estas conversaciones han sido conmovedoras, abiertas, constructivas, desafiantes e informativas. Espero que también compartan sus opiniones con el liderazgo de la iglesia y los miembros de su delegación en la Conferencia General. Ustedes tienen sabiduría e ideas para compartir basadas en estas conversaciones y en sus redes profesionales y familiares, y que son importantes para que la iglesia las reflexione.
A medida que se acerca la fecha de la Sesión Especial de la Conferencia General, más información será diseminada acerca de las peticiones que se considerarán y los procesos que se han de seguir. Pueden estar al tanto de las noticias en umc.org/gc2019. Estos asuntos son importantes. Los detalles de las peticiones y los procesos serán examinados por los delegados y observadores, y afectarán la forma en que se realiza el trabajo de la iglesia y los resultados finales.
Al igual de importante es el prestar atención a las preguntas más amplias que se hacen. Hay cuestiones sobre la naturaleza de nuestra iglesia y nuestra conexión que son la base del arduo trabajo de la Comisión para el Camino Hacia Adelante, y del trabajo de otras personas y grupos que han presentado peticiones y están ofreciendo propuestas. Por ejemplo: ¿qué significa para los Metodistas Unidos en este momento el estar unidos en misión y ministerio con integridad? ¿Nos está pidiendo Dios que avancemos en nuestra denominación en función de cómo entendemos nuestro llamado a estar en relación con los hermanos y hermanas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transexuales o en transición? ¿Dios nos está llamando a ampliar nuestro sentido de lo que significa participar en compañerismo y misión en torno a una tradición teológica con muchas facetas, que nos permite tener la libertad y la variedad de expresión que ya existe dentro de nuestra conexión?
La membresía de Mujeres Metodistas Unidas tiene una variedad de ideas y enfoques para estas preguntas, es por esto que nuestras conversaciones han sido tan provechosas y variadas. También compartimos varios conceptos importantes en común. Primero, somos una organización de mujeres que oran. Estamos orando por nuestra iglesia y los miembros y líderes de la Conferencia General. En segundo lugar, estamos comprometidas a trabajar con las mujeres, la niñez y la juventud. Estamos buscando formas de fortalecer nuestro trabajo, de reflexionar constantemente los mandatos bíblicos con los que trabajamos y de cumplir con el llamado de Dios. Finalmente, queremos conectarnos con todas las mujeres de la Iglesia Metodista Unida que quieran ser parte de esta comunidad creativa y de apoyo. Estamos comprometidas a crecer juntas en la fe, a organizar y financiar una estructura que nos conecte, que apoye el servicio a las mujeres y a la niñez necesitada y abogar en defensa de la justicia para todas y todos. Sabemos que mientras Dios dirige la Conferencia General, Dios también está guiando a Mujeres Metodistas Unidas a un futuro vital de servicio misionero.
HARRIETT JANE OLSON
Secretaria General
Mujeres Metodistas Unida